POETA DEL MES: FREDY EDGARDO HERNÁNDEZ MEJÍA (TATOH MEJÍA)
Tatoh Mejia, es el pseudónimo de Fredy
Edgardo Hernández Mejía, joven estudiante del Departamento de
Letras en la Universidad de El Salvador, nacido en Santa Tecla el 8 de mayo de
1997, encuentra su camino en las letras al entrar a la UES.
Integrante del
Círculo de Escritores de Sonsonate y del Circulo Literario “Tecolot”, donde
empieza su estudio literario con el poeta Antonio Casquin.
Posee su poesía Influencia de Roque Dalton, Oliverio Girondo y Juan Gelman.
Busca una corriente surrealista
donde pretende estudiar el mundo desde una perspectiva única.
Ha participado de diversos recitales poéticos invitado por otros poetas y promotores culturales.
Al hablar de sus datos biográficos dice lo siguiente: "Tatoh Mejía nace en Santa
Tecla, hijo de una enfermera y un obrero. Vive
su infancia en Sonsonate donde conoce la alegría y la miseria entre las calles
de una ciudad tan ajena como propia.
Inicia sus estudios superiores
en la Universidad de El Salvador en el 2015, donde cursa actualmente la carrera
de licenciatura en letras, aquí, él encuentra su pasión por la escritura
utilizándola como una herramienta mediante la cual poder conocerse a sí mismo y
entender el mundo."
MUESTRA POÉTICA
Así
se mueve hechicera ojos de tabaco,
sonríe
y yo sé que llora
pasea
entre tumulto y patanes.
En
el marco de la puerta, después de salir,
se
oyen susurros perennes .
Hechicera
ojos de tabaco está sentada
y
nota el tumulto y patán tropezar entre el frío y el hueso.
A
ella la noche le consuela y le define la sal del rostro.
Hechicera
actúa, cuidadosamente sonríe.
Sus
ojos de tabaco enmudecen al sol.
Se
le acabó otro día y otra noche.
Sonríe,
yo sé que llora,
pero
también vive y sueña.
Hechicera
duerme
y
sus ojos de tabaco
encuentran
sospechas
de
un mundo mejor.
NECROCOSMOS
Trataras
de volver cortando miradas,
expectativas
de una pesadilla matutina,
sombra
al abrigo del pecho nocturno:mis ansiedades.
La
profundidad del latido acechará una muerte:
inocente
animalito,
esperanza
tardía que hierve entre rocas bellas,
cuestiones
de bondad.
Misericordia
de la noche que agarró su vestido
y
pasó corriendo por una carretera acostumbrada al dolor.
CAVERNA
Voy al cuento eterno, la plegaria de la duda.
Camino
desterrado de mí mismo,
arrugando
mis plumas de albatros.
Me
sobran las tormentas
y
los vicios roen las maletas antiguas.
Vuelvo
al dolor de no poder llorar
cuando
recuerdo el primer perro que vi morir
o
la guitarra de azúcar que jamás pude tocar.
Voy
y tuerzo la bíblica razón de mi timidez diabólica.
Voy
y vuelvo a la distancia entre mis polos y tu ecuador
LA
DESPEDIDA ES UNA GUERRA
Es
la trinchera de las pestañas empapadas,
el
murmullo inconsolable de los tanques de la soledad,
el
fuerte impenetrable de tu silencio.
Es
la maquinita del pecho que no para de acribillar recuerdos,
las
fervientes balas que vienen a agujerear el frío,
esta
mi bandera blanca que termina calcinada por el deseo.
Me alegra mucho tener entre nosotros a este joven poeta que tiene un mundo por delante para regalarle al mundo su poesía.
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